Hoy en día una buena pasta de dientes es fundamental para tu salud bucal
Cepillarse dos o más veces al día los dientes es lo recomendado por la mayoría de cada dentista. Nos cepillamos para tener una mejor salud bucal, evitar problemas como las caries o las bacterias e incluso intentar tener los dientes lo más blancos posibles. Por eso usamos una pasta de dientes que se adecúe a nuestras necesidades. El problema es que muchas de ellas tienen ingredientes potencialmente dañinos que a la larga pueden afectarnos. Sobre todo lo más importante que debemos tener en cuenta es que debemos fijarnos en aquellas pastas que tengas elementos que consideremos perjudiciales para nosotros.
El primer ingrediente de la pasta de dientes del que os vamos a hablar es el Triclosan. Es un aditivo antiséptico que se usa para evitar la aparición de la gingivitis. La FDA (Administración de Alimentos y medicamentos) ha dado el ok al uso de este elemento, pero su uso generalizado puede generar resistencia bacteriana sobre los antibióticos. Un estudio de la Universidad de California del año 2014 determinó la relación entre el triclosán y la fibrosis hepática y el cáncer en ratones. También cabe destacar que una investigación reciente sugiere que se podrían desarrollar alergias a alimentos como por ejemplo los cacahuetes.
El segundo ingrediente son las microperlas, que son unas pequeñas bolas de plástico no tóxicas que sirven para mejorar el lavado de los dientes. Cuando estas microperlas entran en contacto con las plantas o los peces y después la ingiere el ser humano pueden afectarnos a nuestro estado de salud En el año 2017 ya no se podrán utilizar en EEUU.
Evitar el SLS en la pasta de dientes
El SLS o Lauril sulfato de sodio cada vez más se encuentra dentro de nuestra pasta de dientes. Es un agente espumante que incluso puede aparecer en productos como el champú. El problema que puede afectar a nuestra salud bucal es que irrita el tejido blando de nuestra boca.